Las Tasas de Interés son Altas por Nuestra Culpa

En USA y en gran parte de Europa, tienen mejores tasas de interés que en México, pero en México NO estamos acostumbrados a comparar los costos reales de cada crédito para elegir la que nos convenga más y la que sea más económica. Basta con analizar los tres principales tipos de créditos que existen: a) Créditos Hipotecarios, b) Tarjetas de Crédito y c) Créditos de Auto.

Los Créditos Hipotecarios en USA tienen tasas de interés que están entre el 3% y el 5%, que si las comparamos con el 9.7% y 11% de los bancos Mexicanos o el 12% del Infonavit, tendremos una idea más clara que son bastante mas bajas en el país del norte.

Las tarjeta de crédito de nuestro país vecino,  tienen tasas que van del 8% y hasta el 30%, “algo” mejores que las que tenemos en México, que empiezan con mucha suerte, un excelente historial y una anualidad CARÍSIMA, y una tasa de interés de al menos 15%, pero que llegan a niveles del 80% en algunos casos. Lo anterior sin sumar el costo de la anualidad de cada tarjeta de crédito, pues la gran mayoría de tarjetas de crédito bancarias en USA no tienen anualidad, aclaro que si existen algunas con anualidad porque los beneficios que tiene son mayores a las que no tienen anualidad. En México casi todas tienen anualidad, de hecho a la fecha solo hemos detectado una tarjeta de crédito sin Anualidad en nuestro país SIN CONDICONES (Ver: AQUÍ)

Los créditos de auto no se quedan atrás, pues  en Estados Unidos tienen tasas de interés que van desde el 1.65% con excelente historial y hasta 14% si tu historial es malo;  Nissan y Toyota en sus anuncios dicen que pueden calificar a algunas personas con tasas del 0% hasta por 5 años.  La tasa máxima es más parecida a la nuestro país, pero la realidad es que aunque tengas un historial Crediticio fantástico, la mejor tasa que puedes aspirar en México para comprar un auto es del 13%, que nada tiene que hacer contra el 1.65% que ofrecen en USA.

¿Por qué hay tanta diferencia entre los créditos que ofrecen en otros países y el nuestro? En parte se debe a la economía de cada país ya que la de Estados Unidos es mucho más robusta que la nuestra, pero pienso que además de eso,  tiene mucho que ver la falta de cultura financiera que hay en nuestro querido México. Muy pocas personas se fijan en las tasas de interés tan altas que tienen tanto las tarjetas de crédito como los créditos personales y mucho menos en su CAT.

Hay muchos de esos créditos que tienen una tasa de interés altísima, y aún así las personas solicitan los créditos y no comparan las distintas opciones que hay en los distintos bancos. Toman la que sea o la que más rápidamente les entregue el dinero y no comparan para buscar la de menor tasa o el producto que más les convenga.

Por ejemplo en los créditos hipotecarios, es increíble que hay personas a las que les hemos demostrado que su crédito Infonavit no lo terminan de pagar en 30 años o que lo todavía les faltan 25 años más con un interés muy alto; Con la opción de que si se cambian a un banco tendrían un pago fijo con el que terminarían su crédito en 15 años.

Cualquiera pensaría, “con esos datos, va a cambiar su hipoteca de inmediato“, pero la realidad es que no se deciden a hacerlo. A veces porque tienen miedo y prefieren quedarse con el Infonavit aunque sea más caro cada año (en especial los que están en VSM), otras ocasiones porque un amigo, familiar, compadre o “asesor” del Infonavit les dijo que no les conviene mover su hipoteca.

Nuestra labor es explicar las ventajas y desventajas de cada crédito, pero no podemos, ni queremos obligarlos a cambiarse, aunque estemos seguros que les conviene y se ahorrarán mucho dinero.

Recordemos que  tanto las tasas de interés como los precios de venta de los productos en general, se rigen sobre la ley de la oferta y la demanda.

Si yo intento vender una bicicleta en 100,000 pesos, es seguro que nadie la va a comprar, porque en el mercado el precio de las mismas está entre 2,000 y 7,000 pesos (sin considerar las bicicletas altamente especializadas que son más caras). Como nadie me la comprará, me veré obligado a bajar el precio y ponerlo dentro del rango de precios que tiene productos similares en el mercado. Pero… les aseguro que si alguien me comprara la bicicleta en los 100,000 pesos que pido, de inmediato pondría a la venta otra en el mismo precio o incluso más alto.

Mientras haya personas dispuestas a pagar grandes suma de dinero por un producto, los vendedores subirán el precio; en cambio, si no vendes el producto no te queda otra alternativa que bajar el precio.

Lo mismos sucede con las tarjetas de crédito: hay bancos que ofrecen tarjetas con tasa de interés del 60% al 80%, y aunque son muy caras, Sí hay personas que las “compran” (piden). Como el banco ve que los clientes aceptan productos con esas tasas de interés tan alta, las siguen ofreciendo cada vez más caras… para ver hasta donde “aguantan” los clientes.

¿Qué crees que hará el banco si te ofrece caro y vende? ¿Tu qué harías si fueras dueño de un banco? Definitivamente seguir ofreciendo las mismas tasas o incluso las subirlas; de todos modos sigues vendiendo, pues nadie se fija en su costo y así cada día ganas mas.

Ahora imagina lo contrario: ¿qué pasaría si nadie pide esa tarjeta porque es cara?. Los bancos se verían obligados a bajar la tasa de interés que ofrece o incluso a eliminar el producto. Es simple ley de oferta y Demanda: mientras haya personas que compren mis productos caros, seguiré subiendo las tasas de interés…. “de todos modos se vende y ni cuenta se dan”.

compara ventajas y desventajasAnte de elegir un crédito, compara las distintas opciones que hay en el mercado, analiza las ventajas y desventajas de cada tipo de crédito y elige el que más te convenga a ti y no el más caro porque es el que te autorizaron. Por eso pienso que es nuestra culpa que las tasas de interés sean tan altas.

Si nos pusiéramos a investigar y acomparar los distintos créditos que hay en México y solo solicitáramos los más baratos o menos caros (si prefieren verlo así), los bancos se verían obligados a mejorar sus tasas de interés.

¿No crees?, ¿Tu qué piensas?.