El Ser Humano es impredecible cuando está presionado

Qué extraño es el ser humano cuando está presionado o afectado por su entorno, y digo lo anterior porque si algo es gratis desconfiamos y es entendible, pero si nos cuesta entonces hay quien paga hasta sin saber por qué está depositando el dinero.

La experiencia me ha demostrado que el precio lo relacionamos con la calidad del producto, cosa que no es verdad en todos los casos; para muestra me gustaría comentar 2 experimentos:

El primer experimento consistió en elaborar 2 pasteles EXACTAMENTE idénticos, con los mismos ingredientes y preparados por la misma persona en igualdad de condiciones.

Entonces se fueron a la calle para partir ambos pasteles y darlos a probar a  las personas que pasaban por ahí, diciéndoles que querían que les ayudaran a decidir cuál de los dos pasteles era mejor (sin decirles que eran iguales).

Pusieron los dos pasteles en mesas idénticas, pero a uno le colocaron un precio de prueba de 150 pesos y al otro de 350 pesos.

Las persona probaban uno y luego el otro… al preguntarles cuál les había gustado más, el 90% de las personas respondió que el de 350 pesos era mas sabroso y tenía mejor consistencia (siendo que ambos eran idénticos).

La conclusión a la que llegaron fué que el ser humano relaciona el precio con la calidad. Cuando las cosas que cuestan más caras, en automático creen que son mejores que las más económicas.

En un Segundo experimento, recuerdo que hace muchos años hubo una prueba en USA donde publicaron un anuncio en el periódico que decía:

Hoy ULTIMO día!!!

mande su dolar y no pierda la gran oportunidad.

y a continuación aparecía una dirección de buzón postal (PO Box como dicen los americanos).

Era todo!!! no ofrecían nada a cambio del dolar, solo indicaban que debían enviar un dolar a la dirección lo antes posible.

La mayoría de las personas hubiéramos ignorado el mensaje y pensaríamos que nadie enviaría el dinero. Pero la realidad es que el ser humano es impredecible y cada persona es un “mundo distinto”, por lo que no todos reaccionamos de la misma forma.

El resultado fué que muchas personas (varios miles) enviaron “su dolar” en un sobre a la dirección indicada.

Cuando le preguntaron a las personas el por qué habían enviado el dolar, la mayoría respondió que  lo hicieron porque estaba muy “barato” y porque no querían desaprovechar la oportunidad, pues era el último día. Aunque en realidad no se ofrecía algo a cambio del dolar.

Algunas personas compran cosas solo porque están baratas, aunque no las necesiten o incluso aunque no sepan siquiera qué están comprando. No todos lo hacen pero en un mundo tan cambiante, el ser humano actúa de formas extrañas cuando está presionado, tenso o nervioso.

¿Por qué traigo a colación estas dos historia cuando quiero explicar el por qué pienso que el ser Humano es un ente un tanto extraño e impredecible?

El primero de los experimentos demuestra que las personas piensan que si es barato es de mala calidad, y si es caro entonces es muy bueno.

el dinero no se da en los arbolesLo curioso y contradictorio es que el segundo experimento demuestra que las compras de impulso con presión de tiempo, hacen que las personas compren lo que no necesitan, SOLO POR QUE ESTÁ BARATO y se les agota al tiempo.

¿Cómo puede ser que la gente prefiera pagar mas caro por algo y a la vez no dejen pasar una oportunidad porque “está barato”? Me imagino que depende del momento de compra y la situación personal.

A lo largo de estar  respondiendo dudas y consultas de las personas que leen nuestros artículos, he descubierto que el entorno que rodea a cada persona y sus necesidades físicas, materiales y emocionales, hacen que tomen decisiones que no elegirían si estuvieran más tranquilos.

Es decir que ante la misma situación, si la persona hubiera estado más tranquilo, hubiera tomado otra decisión, o hubiera actuado de forma distinta.

El sentido de urgencia para aprovechar una oportunidad ÚNICA, hace que muchas personas nublen su entendimiento y hagan compras o pagos por impulso, sin razonar mucho. Todo con la esperanza de que lo que te están ofreciendo sea verdad aunque sepas que no es lógico y hasta suena imposible.

Recordemos que: “si algo es demasiado bueno para ser verdad, es muy probable que lo sea”.

Otro ejercicio que me ha hecho darme cuenta de lo extraño que es el ser humano, es que a la hora de pedir créditos, se tienen distintas alternativas, pero no siempre se elige la mejor opción.

Por ejemplo, de un lado tenemos a las empresas que ofrecen Créditos Rápidos, facilitos y sin Buró de Crédito, donde piden dinero para “gestionar el crédito”, con engaños donde te piden depósitos desde 1,000 hasta 200,000 pesos (en varios momentos) con la promesa de que el préstamo ya está autorizado.

Pero la realidad es que al final terminan engañando al solicitante. (Por favor lee: “Cuidado con los Créditos Rápidos, facilitos y sin Buró de Crédito“). 

Por el otro lado tenemos la oferta de Brokers autorizados por los bancos para gestionar créditos que no cobran un centavo al solicitante, ya que es el banco quien paga los honorarios del Broker (Ver: “Estamos Haciendo Sinergia para ayudarte a Mejorar tu Hipoteca“).

Yo pensaría en utilizar la segunda opción para tramitar mi crédito (Brokers/Gratuitos), porque es mucho más segura y me suena más lógica.

el ser humanoPero para mi sorpresa, veo que a muchos se les hace raro que los Brockers hipotecarios no cobren por su labor al solicitante, pero NO les parece raro que las empresas que ofrecen Préstamos sin Buró de Crédito, les pidan un depósito inicial (mas otros posteriores) con la justificación de pagar una fianza, o un seguro, o un depósito en garantía… siempre con el sentido de urgencia de que si depositas ese mismo día, recibirás tu préstamo sin Buró de Crédito en dos días.

Pero si no depositas pierdes la gran oportunidad (Me recuerda al  “Manden su dolar… último día!!!“).

Es triste ver como la gente es engañada y pierde su dinero. Yo pensaría que nadie podría depositar una segunda o tercera vez a una empresa que les prometió algo con un pago y luego diga que necesita mas dinero para cubrir otros gastos.

La desesperación y la esperanza nos hacen tomar decisiones que sin esos sentimientos nunca haríamos; se aprovechan del momento y necesidad que viven algunas personas para robarlos.