Mi vida después del cambio de Gobierno del Estado (Parte IV)

Cuando piensas que todo está bien y no lo está: La ciudad a la que nos mudamos en 2011 está rodeada de montañas. Fue amor a primera vista. No sólo la diversidad de ecosistemas que existen en sus faldas, cañones y joyas, sino también la historia que estas montañas han visto pasar en el tiempo, la verdad es que me enamoraron.

Uno de mis pasatiempos preferidos era el adentrarme en esos cañones y recorrer las veredas que suben a lo alto de las montañas. Ahí me perdía horas admirando y fotografiando la naturaleza. Este tiempo que le dedicaba a escudriñar los senderos y conocer sus paisajes y su historia, era solo mío. Estos paseos, además de hacer ejercicio, me ayudaban a poner mi mente en blanco y relajarme de la rutina diaria de la vida.

COMENZÓ LA NUEVA ADMINISTRACIÓN el lunes 3 de octubre de 2016 llegó diferente para todos quienes trabajan en el Gobierno. Muchos de los Directores que renunciaron no se presentaron ya ese día. Por supuesto que la gran mayoría de los que no se presentaron fue porque en realidad nunca hicieron nada durante la administración pasada, así que, ¿qué les podrían preguntar? A mí me pidieron que me presentara para realizar el proceso de entrega-recepción y después de las 11 de la mañana, el Secretario me pidió que fuera a su oficina. En ella estaba parte del equipo que estaría incorporándose a la nueva administración. Me presentó a mis “nuevos compañeros” y me pidió que les diera una breve introducción sobre las funciones y atribuciones de esta Secretaría.

Dentro de las primeras instrucciones superiores que les dieron, estaba la de trabajar en un plan para los primeros 100 días de la administración y también que se trabajara en una propuesta para la estructura de la Secretaría y el presupuesto que requeriría para su operación. Ese primer día me la pasé encerrado con los nuevos funcionarios haciendo recomendaciones y sugerencias.

EL PRIMER MES: durante los primeros días de la nueva administración desarrollé el plan y el cronograma de actividades por semana de los primeros cien días. La intención de este plan era el ir trabajando en todas aquellas actividades necesarias para iniciar la operación y que la transición no fuera tan complicada como suele suceder. Así con este plan se tendría certeza de las actividades primordiales para el buen funcionamiento de la Secretaría. Había días en que abría el ojo a las 4 de la mañana con una idea para ir mejorando el actuar y sobre todo, el aprendizaje de los nuevos funcionarios. Así que me sentaba en la computadora y me enviaba un correo con las ideas que se me iban ocurriendo para comenzar a trabajarlas en la oficina a primera hora. Además de desarrollar el plan de los 100 días y proponer la estructura funcional para la Secretaría, sugerí que se realizara una gira por algunos municipios del estado para que conocieran al nuevo equipo de trabajo.

Así que en estos recorridos, organicé a los empresarios del ramo para que aprovecharan la oportunidad de dar a conocer sus inquietudes, problemática y sugerencias al nuevo Secretario. Me sentía como en las nubes. Era como al comienzo de un romance en el que la pareja escucha con paciencia y agradece los consejos. En el transcurrir de los días, sentía un poco la desesperación de los nuevos funcionarios por no tener el nombramiento que les diera real posesión de su cargo. También me veía en medio de las solicitudes de papeles, fotografías que tenían que presentar, actas de nacimiento y solicitudes, documentos necesarios para su alta en el Gobierno.

La verdad en ningún momento me dijeron que empezara a juntar papeles, no sé si porque sabían que al yo contar con un expediente en el Gobierno, no era necesario solicitar de nuevo los documentos, o porque sabían algo que yo no. Al final de cuentas no me apuraba mucho porque sabía que los nombramientos (por experiencia de la administración anterior) los entregaban al mes y medio o a los dos meses de iniciada la gestión gubernamental. Ya teniendo el nombramiento, el alta en el sistema para empezar a recibir remuneración tardaba también como un par de meses, por lo que, con suerte, tendríamos una muy feliz Navidad. En el asunto del dinero en casa todo estaba tranquilo hasta ese momento.

Cuando renuncié, me depositaron el proporcional del aguinaldo, por lo que con ese recurso tenía cubierto Octubre y la mitad de Noviembre en todos los aspectos (colegiaturas, hipoteca, pagos de tarjetas de crédito, letra del vehículo, etc). La verdad me sentía muy bien ayudándoles a aprender. Estaba tranquilo y hasta en ocasiones me sentía un poco apenado al ver a los compañeros jefes de departamento que se quedaron de la administración anterior, llenos de incertidumbre por no saber qué pasaría con ellos en los próximos meses. Me visitaban con regularidad para preguntarme si yo sabía algo, al fin me veían dentro del círculo cercano de los nuevos jefes. Todo iba muy bien. “Mi trabajo ya estaba hablando por mí”.

EL SEGUNDO MES: Noviembre siempre ha sido mi mes favorito. No sé si porque empieza con un puente por el día de muertos, porque es el mes de mi cumpleaños o porque se siente muy cercana la Navidad. Los primeros días pasaron sin novedad. Seguía generando información valiosa para el Secretario y el nuevo equipo. En los recorridos que hacíamos por el estado, veía con agrado cómo los empresarios le comentaban al Secretario la importancia de que yo estuviera en su equipo de trabajo.

Fue una gran satisfacción escuchar de boca del propio Secretario que a todos lados que iba, le hacían muy buenos comentarios sobre mí, el trabajo desempeñado y lo importante que era la continuidad de personas comprometidas con el Estado. En esos momentos me sentía como pavoreal desplegando su plumaje. Me di cuenta que el trabajo desempeñado durante los 6 años anteriores, había tocado a los empresarios del sector. No podía sentirme más orgulloso y a la vez, arropado por los mismos empresarios. Todo iba muy bien!

frustradoA mediados de Noviembre el tema del dinero se comenzó a apretar. Tenía que hacer un pago de una tarjeta de crédito con la que podría pagar los saldos de otras tarjetas, así que le pedí a una amiga que trabajaba en ese banco que me prestara dinero para pagar. De pronto mis amigos, quienes conocían mi situación, se acercaron para tenderme la mano. Otro gran amigo que siempre estuvo al pendiente de mi futuro laboral, me buscó para preguntarme mi situación. Le comenté que todo iba muy bien y que, aunque todavía no tenía nombramiento, estaba seguro que no tardaría mucho tiempo más y que no me quedaba mas que esperar. Me dijo que en su empresa habría contrataciones y que contara con su apoyo por cualquier situación que se presentara.

También me ofreció apoyo económico por si necesitaba hacer pagos, a lo cuál accedí. Los compromisos más fuertes, además de la hipoteca y la letra del vehículo, eran los pagos fijos a las tarjetas. Los intereses que se generan en las tarjetas al no pagarlas son exorbitantes por lo que decidí aplazar el pago de las colegiaturas del mes de noviembre, ya que éstas no me generaban intereses y las tarjetas sí. Pero al final me sentía tranquilo ya que entrado diciembre estaba seguro de que tendría el pago retroactivo desde octubre y con ello podría liquidar algunas deudas y los préstamos de algunos amigos… No podía estar más equivocado.

Qué aprendí en el momento cuando piensas que todo está bien y no lo está

  • Al mejor cazador se le escapa la liebre.
  • Las cosas no son lo que parecen.
  • No confíes en todos.
  • Los amigos son una bendición.

….continuará
Mariano L.

  1. Parte 1 de la Historia
  2. Parte 2 de la Historia
  3. Parte 3 de la Historia